sábado, 20 de septiembre de 2008

Y esta noche me voy de botellón.


Hoy es viernes, día de botellón. Día sagrado para muchos como yo. Hay que salir a la calle a emborracharse, porque, qué es un finde sin una buena borrachera, sin un buen "ciego" que nos haga olvidar lo malo que es el mundo conmigo, con nosotros, los jóvenes. Yo pensé que tal vez estaba equivocado pero no, no lo estoy, incluso los propios políticos nos dan la razón, nos crean botellodromos para beber con seguridad y en un ambiente calido y familiar, entre policías que nos protejan de vecinos incordios que no paran de quejarse, y ambulancias que nos lleven al hospital por si cojemos un "bolillón" tal que nos entra un coma etílico, y entonces mañana no podremos continuar la fiesta.
Qué quieren los que nos critican. Nos pagan una porquería por hacer un trabajo que no me gusta (curiosamente como le pasaba a mi padre). Tenemos que quedarnos en casa hasta los treinta porque no hay un piso que pueda pagarme (curiosamente como mis padres cuando se fueron a un pisito enano cuando se casaron a los ventisiete).Estamos desencantados de esta sociedad injusta que no nos deja hacer nada (como mi padre, que se metió en su día en política para cambiar el mundo). No tengo oportunidades, todo es paro y no hay un trabajo que cuadre con mi perfil (Justamente mi padre acaba de ser despedido y claro, como no tiene carrera, a él le da igual ir a coger fresas pero yo soy abogado). Sinceramente no sé por qué nos critican si somos iguales, ellos trataron de hacer su vida y yo hago la mía. Y ahora si me perdonan tengo que irme, que mi padre está al llegar y quiero pillarlo antes de que se vaya a la ducha tras el trabajo, Necesito el dinero para irme de botellón, que por cierto, por si no se dan cuenta es mucho más barato emborracharse en la calle que en un bar. Y el lunes a estudiar las oposiciones que tras cinco intentos creo que esta vez lo voy a conseguir.
foto: fuente www.tallerediciones.com

jueves, 18 de septiembre de 2008

Cambio televisión por abuelo.


¡Me niego a aceptar que en esta sociedad los abuelos ocupen el lugar de los padres! A estos personajes sociales les correspondería ocupar su papel de malcriadores de niños, pero esta manía de aumentar el nivel de pulgadas de nuestros televisores cada poco tiempo obliga a los papás verdaderos a trabajar horas y horas por un mísero sueldo en la mayoría de ocasiones, dejando, en esa misma mayoría de ocasiones, la labor de la crianza repartida entre cuidadores escolares y abuelos cansados. La pregunta que yo hago siempre es la misma, si tu fueras el abuelo cansado que se supone que serás dentro de unos años y te traen a tu nieto desde las siete de la mañana, ¿actuarás como padre o como abuelo? La mayoría responderá que como abuelo, es decir, consintiendo a sus nietos en todos sus caprichos con tal de no volver a revivir llantos y pataleos. Con esta actitud consumista les quitamos a los niños algo muy importante, los limites sobre lo que deben o pueden hacer y lo que no. No nos extrañe despues que de mayores estén todo el día enganchados a una consola de vídeojuegos, ni que tras esto decidan que lo que han vivido en esos juegos decidan llevarlo a la realidad, ¿quién puede decirles que no? Una verdadera lástima. Y ahora, si me disculpan, tengo que llevarle a mi suegra a mis niños para no levantarlos tan temprano.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Vacaciones


Aquí estoy de nuevo, un día más. Me quedan unos diitas de vacaciones y como todos los años lo aprovecho para sentirme el más feliz de los humanos. Hago lo que me gusta; veo una película, camino por la calle con la tranquilidad que me aporta saber que no tengo prisa por llegar a ninguna parte.
Hoy me tocaba desayunar churros, así que me dirigí a comprarlos, como dije, con toda la tranquilidad del mundo. Mientras esperaba a que me sirvieran mi pedido, un euro de churros de masa, observé como una ristra interminable de coches circulaban por la carretera, frente a mi. Los conductores estaban ciegos, iban hacia adelante, seguros de si mismo, sabiendo a qué lugar dirigirse. Me surgió una gran duda, ¿qué elegirían esas personas hacer si fueran libres de hacer lo que deseasen, irían en ese coche al lugar al que se dirigían? La respuesta fue que no. No creo que nadie, o al menos casi nadie, desee verse envuelto en tal stress. Pero por qué lo hacemos entonces, por las obligaciones. Exacto, siempre nos dejamos llevar por las obligaciones, desde jóvenes nos enseñan a cumplir las obligaciones, pero no nos enseñan a vivir la vida. Una lástima.
Estaba en estas cuando me avisaron que mis churritos estaban ya preparados. Salí de allí dispuesto a pensar en lo anterior, y realmente me puse a hacerlo, y me jodió lo que pensé. Estoy cansado de obligaciones, tengo demasiadas. Me apetece escribir y nunca lo hago, estoy, digamos desentrenado. Al menos tengo este foro para hacerlo y lo haré, escribiré para sentirme libre.
¿Qué vas a hacer tú? Al menos piensa que es lo que te hace sentirte libre y hazlo, la sensación puede ser algo que te cambie la vida.

foto: fuente el país.

viernes, 12 de septiembre de 2008

La fama cuesta


Hoy estaba viendo la tele por el mediodía y ¡OHHHHH!, gran sorpresa, descubro un programa que se llama "Factor X". Digo sorpresa, porque justamente estaba pensando en el éxito y en lo que las personas somos capaces de hacer por conseguir un pedacito de ese pastelito llamado fama y, ¡tachán! aparecen tres individuos tras una mesa insultando a un pobrecito que se ha prestado a ese juego.
Me resultó curioso el formato del programa porque resultaba manido en su concepción; aprendices de artista siendo calificados por personas que no lo son, curioso. Según mi parecer, en la universidad, tanto la formal como la de la vida, un profesor es alguien con los conocimientos suficientes como para enseñar, un buen estudiante de historia se esforzará por aprender de un historiador, un aprendiz de matemático beberá de las fuentes de otro matemático; pero estos jóvenes, y no tan jóvenes, van a ese casting esperando ser catalogados por unos grandes artistas y, sinceramente ¿quién conoce a esos jueces?, yo desde luego casi no los conocía, al menos a dos de ellos, al tercero lo recordaba de haber sido intérprete de una canción de éxito hace ya unos añitos, los suficientes como para que hubiera muerto en la tumba del olvido. En estos programas tipo "factor x" u "operación triunfo" o los miles de estos que han salido, se ha puesto de moda el insulto y el morbo, lo cual dice muy poco, no sólo de los que se prestan a estos formatos como concursantes, ni de los que disfrutan como sádicos lanzando insultos sobre cualquier cosa, sino que nos muestra a unos televidentes ávidos de malos tragos de unos "inocentes aprendices" y de los insultos desmedidos sobre cualquier cosa, desde la voz, los gallos que algunos sacan del alma, los zapatos, las miradas, las sonrisas, hasta las orejas.
Esto nos sirve de muestra de la sociedad que nos rodea. Se nos ha enseñado que la fama es lo que vale, a cualquier precio, y se prefiere ser insultado antes de tener que esforzarse por conseguir el éxito, el verdadero, no la fama que es simplemente ser conocido por la mayoría, en casi todos los casos sin importar por qué. Desde todos los estamentos parece como si se nos indicara que hay que esforzarse lo menos posible. Fama y no éxito. Como escuché una vez el éxito está en el camino y no en el destino; lamentablemente hemos caído en tratar de llegar al destino sin tan siquiera movernos del sillón.
Y ahora me voy a poner un ratito el programa que ya me tiene enganchado... jejeje.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El paseante tartésico

Hoy comienzo este blog. Nunca hice algo parecido, pero tantas veces comencé cosas nuevas que no me voy a asustar.
Espero divertirme en esta aventura...
Hasta mañana