viernes, 12 de septiembre de 2008

La fama cuesta


Hoy estaba viendo la tele por el mediodía y ¡OHHHHH!, gran sorpresa, descubro un programa que se llama "Factor X". Digo sorpresa, porque justamente estaba pensando en el éxito y en lo que las personas somos capaces de hacer por conseguir un pedacito de ese pastelito llamado fama y, ¡tachán! aparecen tres individuos tras una mesa insultando a un pobrecito que se ha prestado a ese juego.
Me resultó curioso el formato del programa porque resultaba manido en su concepción; aprendices de artista siendo calificados por personas que no lo son, curioso. Según mi parecer, en la universidad, tanto la formal como la de la vida, un profesor es alguien con los conocimientos suficientes como para enseñar, un buen estudiante de historia se esforzará por aprender de un historiador, un aprendiz de matemático beberá de las fuentes de otro matemático; pero estos jóvenes, y no tan jóvenes, van a ese casting esperando ser catalogados por unos grandes artistas y, sinceramente ¿quién conoce a esos jueces?, yo desde luego casi no los conocía, al menos a dos de ellos, al tercero lo recordaba de haber sido intérprete de una canción de éxito hace ya unos añitos, los suficientes como para que hubiera muerto en la tumba del olvido. En estos programas tipo "factor x" u "operación triunfo" o los miles de estos que han salido, se ha puesto de moda el insulto y el morbo, lo cual dice muy poco, no sólo de los que se prestan a estos formatos como concursantes, ni de los que disfrutan como sádicos lanzando insultos sobre cualquier cosa, sino que nos muestra a unos televidentes ávidos de malos tragos de unos "inocentes aprendices" y de los insultos desmedidos sobre cualquier cosa, desde la voz, los gallos que algunos sacan del alma, los zapatos, las miradas, las sonrisas, hasta las orejas.
Esto nos sirve de muestra de la sociedad que nos rodea. Se nos ha enseñado que la fama es lo que vale, a cualquier precio, y se prefiere ser insultado antes de tener que esforzarse por conseguir el éxito, el verdadero, no la fama que es simplemente ser conocido por la mayoría, en casi todos los casos sin importar por qué. Desde todos los estamentos parece como si se nos indicara que hay que esforzarse lo menos posible. Fama y no éxito. Como escuché una vez el éxito está en el camino y no en el destino; lamentablemente hemos caído en tratar de llegar al destino sin tan siquiera movernos del sillón.
Y ahora me voy a poner un ratito el programa que ya me tiene enganchado... jejeje.

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